PASIÓN Y EROTISMO EN LA POESIA de Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría
"El mundo del poema puede ser de muchas maneras, tal como lo podemos captar en los más significativos poetas actuales de Hispano América, entre los cuales, ubicamos a Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría. Ingeniosa poeta mexicana, que ocupa desde ya un lugar privilegiado en la poesía del presente siglo. Sus poemas muestran agudeza en el planteamiento de las emociones eróticas de un mundo muy personal, donde quedan implicados, realidad y asombro de la realidad ante los cuerpos que quieren evadirse y al mismo tiempo ser víctimas, partes sufribles del gozo permanente. Su palabra es afilada y certera como las pinzas del escorpión o el desplazamiento de la luz en la sombra." .- José Alejandro Peña
beatrizeugenia andrade iturribarría nace en la Ciudad de Oaxaca, México, el 19 de Noviembre de 1965
Profesora de Educación Primaria y Secundaria. Maquillista profesional. Actualmente cursa estudios de posgrado en Gestalt y un diplomado en sexualidad humana.
Ha participado en varias antologias: "IX mujeres en el pais de las nubes", del centro de estudios de la mixteca, mexico, 2001 "Maestros desconocidos de la poesia contemporánea hispanoamericana", The Refined Savage Editions, USA, 2002 "Luces y sombras", de la Fundación María del Villar, Tafalla, 2002
También en revistas literarias: Cantera Verde, México, 2002 La Polilla, cuba, 2002 y 2003 y en diversos diarios. Ex moderadora del sitio www.textonautas.org Tiene cuatro poemarios inéditos y su seudónimo es euzkera
ABRI
"me llamo barro, aunque Miguel me llamen..." Miguel Hernández
I
saqué la poca ropa que llevaba encima hice cuclillas y respiré hondo... - serían las tres de la madrugada - un hilo de sangre se deslizó por mi vulva y dio con el piso sin reparo formando un extraño dibujo
me quedé en silencio seguí sangrando sobre la baldosa... ahora eran diámetros disímiles gotas que caían unas sobre otras, sin perder individualidad
II beatrices de adentro hacia afuera pétalos del mismo jade, horadando sentires por la vida que nadie contiene lejos de sus propias manos
beatriz... niña de mareas endemoniadas, labios rebosantes de preguntas , rajando besos en uñas mordidas y sábanas que de orines fueron un lloro
niña - lápiz beatriz - sílaba de agua ¿quién podrá salvarte de tu ternura?
...puse mi índice sobre la sangre y escribí mis iniciales lentamente la baldosa permaneció fría...
III muchacha de indisciplinas danzas salmo y profecía sobre un río de soles, tus palmas comienzan a humedecerse de versos y estrofas que te desecarán los mañanas
pubertad de monte recién sombreado, caricia de mirar límpido ¿cuántos veranos necesitará tu alegría para saberse realmente rota?
...signé mis labios de escarlata imprimiendo diez marcas de sal sobre ellos la baldosa comenzó a evaporar naufragios...
IV sandalias de mujer ordeñando al viento despliegas la sonrisa de tus pugnas, mientras la sed decanta sus resonancias
serpiente de inciensos corales vientre de almizcle y aguamarina ¿qué náuseas requerirán tus improntas para otorgarte el gran desembarazo?
INSISTO
I. otra vez arañando los renglones, guardándome en el húmedo catafalco de las sílabas otra vez, yo misma frente al dolor, frente a este miserable padrote que tantas geografías ha vestido, para regentar siempre, mis fallidos coitos con el amor
II. allá se escucha el envejecido marfil de unas teclas, la bossa nova mascullando acordes que no entiendo pero que de algún extraño modo, mis ojos traducen con maestría en un son de sal y cera líquida
III. no quiero contar las lágrimas...hoy no ni estoy para interrumpir su trayecto, simplemente las dejo manosear mis mejillas, hasta que de un brinco se desvanecen por la pendiente de mis senos
mis senos deben saber a sal, como un yacimiento de tropiezos a quien es mejor no preguntarle, porque entonces nadie más podría callarlo
por eso lo dejo con sus apetencias de henequén y flores con sus historias, sus rapiñas, lo dejo en paz...
aunque insisto, mis senos deben saber a sal y aunque jamás los he probado, hay algo que me dice que para saberme, la lengua jamás será suficiente
POEMÍNIMO
hoy llevo los senos al aire, sólo para quebrantar tu llanto con el pezón de mi sal
DECLARACIÓN DE DEPENDENCIA
soy como esas manchas de aceite, que algunos días pavonean su tornasol y otros, parecen simples gargajos...
soy esa mancha llamada madre, tu madre, esa que no puede ser otra, -la que quisieras, acaso- porque a punta de moretones, se ha tornado amnésica y asonante
soy ese tintero insurrecto, de donde has mamado verbo, regaño y doblez, soy este reptil de junios, que pergeña de ternura tu carne, azul carne, suave carne, acercarme...
soy tu madre, -¿me oyes?- exhausta llaga que te ama, con un alfabeto que hoy no comprendes
ASI
"sin decir nada o casi nada que no es lo mismo pero es igual" silvio rodríguez
I.
te amo con un amor limpio de deudas, con un amor que se dice en voz alta y que sólo sabe amarte con amores de hoy, aquí y ahora
te amo porque esta necesidad de amarte me devuelve al gran útero de las sílabas, desde donde transcribo, el desnudo con que nos vestimos este otoño
te amo dentro de mis entrañas y fuera de ellas te amo desde la geología del instante en que estoy siendo
amo los naufragios de tus ojos en los míos, acompasados de azafranes silencios que más nadie pudo sostener...
amo los retozos a lengua abierta y las palabras -esas nuestras- que decíamos cuando piel a piel, éramos un sólo nombre
II.
te amo con amor de niña que no sabe de preguntas y que tan sólo ama; con ese amor infante -purísima vivencia del amor-
te amo con amor adolescente amor de sangre y niebla índigo, amor sin paciencia, ni discreción; bravo amor, guerrillero amor que se muere con la suya, en noches que no amanecen
te amo con amor de mujer húmedo amor de hembra que te ama, contorno, espalda ... araucaria que te nombra sin pespunte
te amo con la claridad de estarte amando te amo con mi vientre -aprendiz de tu cadencia, alfarera de tu sed- te amo a luz tenue o a plena azúcar, mediodía
y a tres atardeceres de no verte te aman estos muslos que permanecen ciñendo tus caderas...
SEPTIEMBRE 23
I.
hoy me desperté sabiendo el exacto tono con el que daría acuarela a tu poema... alcé mi fatiga por el lado derecho de la cama -por hacer algo distinto a lo de ayer, a lo de antier y a lo de hace tanto-
el espejo sonreía: rizos, tez pálida y un olivo, que vestido de mirada, me narraba las pocas ganas que tenía de estar en pie
se fue cayendo la ropa... -culpemos a louis armstrong, amor- cada prenda decidió largarse de mi cuerpo, para dejarlo tal y como quiero dártelo, una tarde de estas
II.
estaba mojada
III.
secando tu nombre entre mis piernas
REZO
Rezo en todas las tristezas, por todas las tristes, por las que llevan uñas largas, para disimular el miedo, por las fosforescentes, por las decadentes, por las parlanchinas y bailadoras; por esas que se quedan calladas, por las que abren las piernas aun sin quererlo, por las que tienen los dedos llenos de arena
rezo por las que no tienen dinero, por las que se saben sin que nadie las sepa, por los chirridos de su soledad sola, por sus intentos de canción, poesía, viento,
rezo por sus manos de azufre y cal, por sus muslos teñidos de mantos y triángulos sin cerrar
rezo por las que no oran, por las que se arrepienten y por las que no lo hacen, por sus caminos, engarzados de gerundios, por la salvia de sus tetas rotas, por el clítoris de sus grietas, oro, lloro, me ahogo...
II.
estoy rezando, Señor ¿te das cuenta? estoy hablando de mí, de ellas, de las que ya son y de las que vienen en camino
acoge mi hembra humedad y unta tus Llagas con ella, haz una talega con mis senos, decolórala de quietudes y silencios, y aduerme tu Pasión en el mar de mi cintura
oh Dios Todopoderoso, enseñame a llorar lágrimas, que no sean semen
______________________________________________ © 2003 Beatriz Eugenia Andrade / derechosreservados
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