ALMA DE PIEDRA
Para cuando ya no estés
voy construyendo un alma de piedra,
un despertar de penumbra,
cobijando mi miedo en el olvido.
Para cuando ya no estés
voy amasando una incógnita en silencio,
despejando mi angustia con tu calma,
adivinando un vacío en la mañana.
Y cuando ya no te sienta
habré inventado el sosiego
para mi espíritu inquieto.
Buscaré tu regazo entre las rocas
y empezaré a soñarte
en el mundo en que ya no te encuentres.
SEMILLAS DE AMOR
Voy a esparcir mi amor por todo el campo;
con trocitos de mi alma cubriré cada hilera
y la noche coqueta, celestina que canta,
serenará el delirio, escapará silbando.
Voy a esparcir mi amor por todo el campo,
atisbaré la lluvia mojando la semilla,
germinará ternura, arrojará nostalgia.
Entre hojitas y espigas que poblarán el prado,
escucharé un corazón a carcajadas.
Al florecer el alba, ahí estaré esperando,
pisaré cuidadosa la tierra aún excitada.
Voy a esparcir mi amor por todo el campo
y recogeré la cosecha hasta encontrarte.
MUJER
No te doblegues, pisa firme,
que tu espacio es intocable;
que no te venza el miedo
ni te domine el silencio.
Habla fuerte, sin temores,
pues tu voz hoy sí se escucha;
dilo con calma, segura,
que la rabia no te cegue
ni tu llanto te traicione.
No te rindas, no te caigas,
que no te atropelle el tiempo
o los gritos te dobleguen.
Ya no calles, mujer,
este es el día,
no te rindas, porque hoy
ya no estás sola.